Hoy os voy a hablar de un libro de literatura francesa No y yo de Delphine de Vigan, que nos muestra otra cara de Francia, no la turística a la que todos estamos acostumbrados, sino a la que hay en todos los países, en todos los rincones del mundo pero de la que nadie habla... en realidad más que hablaros de ella os voy a dejar el resumen que viene por detrás del libro porque lo he leído recientemente y no quiero desvelar nada sobre él, solo quiero deciros que es un libro que trata sobre el amor, la amistad, la tristeza y el hogar...
Lou Bertignac es una adolescente de trece años con un cociente intelectual de 160 que tiene muchas preguntas en la cabeza, observa a la gente, colecciona palabras y devora las enciclopedias. En su casa las cosas no marchan bien y además, en clase sus compañeros la tratan como a una chalada. Lou, a pesar de lo brillante que es, se siente aislada y se inventa teorías con las que hacer del mundo un lugar mejor.
Día tras día le llama la atención una chica en la estación, a la que por sin se acaba acercando. Esta chica es No, una joven sin hogar poco mayor que ella.
No, con su cara de cansancio,
la ropa sucia, su silencio...
No, que privada de amor, rebelde, salvaje...
No, que cuestiona el mundo con su vagar
y su soledad.
De este encuentro se empieza a gestar una amistad sin barreras de ningún tipo: Lou pretende arreglar el mundo y por ello decide salvar a No: darle un techo y una familia; y se lanza a una aventura contra el destino y contra todos.
Una novela de aprendizaje sobre la miseria de nuestro días, que mezcla la dureza de la vida en la calle con la ternura y los sueños de la pubertad.
Hola amigos, hace días que no actualizo, lo siento... y también hace días que no os hablo de ningún libro, en este caso es sobre un diaro, el Diario de Ana Frank, con este título se conoce a los diarios personales escritos por una niña judía Ana Frank (Annelies Marie Frank) entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944 en un total de 3 cuadernos donde relata su historia como adolescente y como durante más de dos años que tuvo que ocultarse de los nazis en Amsterdam durante la Segunda Guerra Mundial.
Creo que a nadie ha dejado indiferente la mirada cautivadora tenía Audrey y su belleza, por eso en los años 50 era un icono en la moda, aunque ella siempre huía de etiquetas y mantenía su naturalidad, el único diseñador en su vida fue Givenchy, quien hizo todos los diseños de la película Desayunando con Diamantes y con el que mantuvo su amistad fuera de la gran pantalla. 
