¡Ya eres mayorcit@...!

Cuantas veces habré escuchado esa frase, a mi madre, a mi tia, a la vecina, etc.
O también la misma frase pero con otras palabras: ¡ya eres grande...!
Pues esta semana esas palabras salieron de mi boca, ya eres mayorcit@, y de verdad, me sentí como una madre, porque sabía que esa persona se estaba equivocando, que estaba metiendo la pata, que esa persona lo sabía, lo presentía, y NO estaba haciendo nada para evitarlo.
Y después llegaron las consecuencias, y esa persona ahora se lamenta y llora por no haber hecho lo correcto, pero en su día pasó. Y te duele ver a esa persona mal, que esta sufriendo, y que no son sus mejores días, que las sonrisas y la alegría de hace unas semanas ahora son caras largas y ojos llorosos, y que tú en realidad no puedes hacer nada, bueno sí, morderte la lengua y no decir: ¡Te lo dije!
Y en eso consiste el hacerse mayor, elegir tus propias decisiones, buenas o malas, y asumir las consecuencias, tambien buenas o malas, y de todo lo que pase aprender e intentar por muy difícil que sea ver la parte positiva: no hay mal que por bien no venga.